Agustín se fue a vivir a Estados Unidos por un tiempo, pero eso no detuvo a Laura quien siguió trabajando la idea y con la ayuda de Sofía logró fabricar mejores títeres. Esta vez agregó a más amigos al equipo. Nacía Laurita, Bototo y Pantufla, que juntos formaban la pandilla calcetín.

Además Laura trabajo en múltiples canciones, todas parte de un programa para apoyar en la educación a las tías de parvulo con rutinas que los niños podrían aprender a través de canciones, evitando que las profesoras tuvieran que gritar.

Laura levantó fondos y construyó una estrategia educacional entorno a los personajes. Al tiempo que fue construyendo la fundación Arte Familia para tener profesionales que pudieran apoyarla en su trabajo.

Mientras tanto, Agustín se fue formando en Estados Unidos, aprendiendo estrategias de Motion Graphics, y cinematografía. Sin saberlo, se estaba preparando para hacer crecer la historia.

De vuelta en Chile quiso volver a trabajar en los personajes y el proyecto. Tenía una idea: había que comenzar trabajando las canciones y dándole personalidad a los personajes.

Así quedaron de la siguiente manera:

Bototo es un experto en efemerides, muy culto e inteligente, es estudioso. Pero por lo mismo, a veces se le pasa la hora de dormir, por ello en las mañanas le cuesta levantarse y durante el día se la pasa con sueño.

Chanclita es inteligente y maternal, pero también curiosa y preguntona, le gusta aprender y enseñar, es la lider del grupo, pero por lo mismo sabe que puede aprender mucho de sus amigos.

Pantufla es la más chiquitita del grupo, es soñadora y le gustan las manualidades y actividades en general, quiere aprender ballet, canto, pintura, todo. Tiene múltiples intereses artísticos y le encanta compartirlos con sus amigos.

Cocetín es alocado e inmaduro, muy enérgico y prendido. Además es conspiranóico y cree que sabe todos los secretos que hay escondidos en el mundo.